Otto en Vinagre

Pese al agobiante calor que hoy dominaba Madrid, hoy tocaba hacerse de valor y salir a la calle, a dar una vuelta por el barrio de Lavapiés, visitar a las amistades y hacer algo de vida social... nos acogió una terraza más bien inclinada, por donde pronto comenzarían a subir las danzas y cantos de un grupo que, como muchos, celebraba las fiestas de San Cayetano, aquellas entre las de Santiago y las de la Paloma, que llenan de música y jolgorio las calles de la capital española en algunos momentos del verano.
Luego, la visita obvia al Tío Vinagre, para saludar a Vanessa y a Rosa, la nueva madre, quien llegó junto a Jose y al miembro más reciente de la familia: Otto, tan quieto y plácidamente dormido en su coche, que no fue capaz de abrir ni un ojo para saludar a la ronda de visitantes que lo rodeábamos.
Unas tapas y tostas, acompañadas de Coca Cola, mosto, claras y cañas (dependiendo del gusto particular) y a casa, que ya se nos viene el lunes y toda la semana...

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