Pero, sin duda, es el guión el principal atractivo de la serie. El desarrollo de los personajes, la historia y sus giros continuos, los cabos atados luego de varios episodios, esas pequeñas historias que aportan a la trama general. No queda nada al azar y siempre resulta que, aquello que nos desconcertaba, se convierte en un acontecimiento "lógico" cuando obtenemos la visión global de los hechos. Además, la edición de cada capítulo es buenísima, más aún cuando aquellas frases comunes de la narradora al comienzo de cada emisión, son repetidos al final y adquieren una dimensión concreta que cierra de manera completa el ciclo.
Por ahora sólo rescato un pequeño diálogo de Bree con su difunto marido Rex. Ella es una de las joyas de la serie. Imaginar a una dulce dueña de casa, perfecta, guapa y sofisticada. Es la misma de la foto.
Rex: Bree... I think I'm having a heart attack!
Bree: No, you're not!
Ya podrán entender donde radica la genialidad de esta serie. Sí, es mi "placer culpable" ¿y qué?
Mi Tommy: goloso por la buena tele y la comida.
ResponderEliminarTe mando un besito desde Chile y te invito a mi blog.
Besos y quesos desde la ciudad de la lluvia.
Berni
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