"Doubt" (2008)


Enfrentarse a una película como "Doubt" (La Duda) no es tarea fácil, porque su temática despierta de forma inmediata una incomodidad que prácticamente a nadie le gusta: la puesta en tela de juicio a la labor de un sacerdote y la suposición del abuso a menores de edad. Por ambos lados, ya resulta provocativa. Pero no se queda ahí, porque agrega a una madre que hace todo por proteger a su hijo, a una religiosa con poderosos principios y a un niño bastante especial.

Su origen es un texto teatral que se estrenó con importante éxito en el off-Broadway y eso se nota claramente en la cinta. La falta de lenguaje cinematográfico, salvo en contadas escenas, es una de las debilidades más poderosas del film, que no sabe aprovechar la magia del cine para llevar la historia a un lugar superior y sacar mayor partido de los elementos con los que cuenta, que no son pocos. Ejemplo de ello, son las interpretaciones de Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams y Viola Davis, que la salvan de un desastre mayor y le permiten calar mucho más hondo de lo esperado.

Escrita por John Patrick Shanley, y llevada por el mismo a la gran pantalla, "Doubt" pierde fuerza en su paso al cine, probablemente por la inexperiencia del director en estas lides (en su historial sólo encontramos "Joe contra el volcán"). Tal como mencionaba, el ejercicio de convertir en material de celuloide el texto, ha pasado a un segundo plano, seguramente con la finalidad de mantener los intensos diálogos y el enfrentamiento entre esas dos fuerzas de la naturaleza que son Streep y Seymour Hoffman. Precisamente es en esos momentos cuando podemos olvidar los deslices y errores del realizador, pero no tenemos tan mala memoria como para dejarlos de lado.

En cuanto a la trama, se pueden hacer muchas lecturas o interpretaciones, avalado por el juego de la duda al que alude el título. Es más, nunca podemos estar seguros de si la verdad la tiene uno u otro, porque una de las maravillas del guión original es dejar abiertas todas las posibilidades, con un final aplastante y muy humano: tras la victoria y la disminución de la adrenalina del éxito, se abre el abismo del cansancio y la propia debilidad. La trama, entonces, se puede entender como un choque de principios, una confrontación abierta del bien y el mal (sin saber quién juega en cada lado) o una lucha de poderes en un territorio determinado.

Sea como sea, la cinta no desluce como un todo. ¿Podría haber sido mejor? Seguro que sí, pero no podemos perder de vista que asistimos a un duelo interpretativo tan poderoso como las motivaciones de los personajes y que descubrimos como gran público a una Viola Davis -vista en "Lejos del cielo" y en varias series de televisión- en estado de gracia que, con apenas unos 5 minutos en pantalla, ha sido capaz de acaparar el aplauso de la crítica y demostrarnos que una madre es capaz de cualquier cosa cuando se trata de sus hijos.

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  1. Como diría mi amiga Goffi, clap clap clap... Me gusta mucho el tono de tu crítica y creo que coincido en casi todo lo que dices. En realidad, salí pensando muy mal de la película (no de sus intérpretes) pero a medida que fue pasando el día y aumentamos el debate (después continuó con Juanto en el rato de camino que compartimos) mejoró mi opinión. No sé si muchas otras películas pueden hacerte pensar tanto (independientemente de que esté bien hecha o no, que ya hemos acordado que no...)
    Un beso enoooooooooorme y gracias, como siempre, por compartir tu sabiduría.
    P.D. Miriam me ha confirmado hoy que "Camino" es un peliculón. Eso sí, hay que prepararse para el GRAN dramón...

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