"Séptima planta" - Sesión 19 del Taller Literario

En el bajo, Ana y Eduardo se encontraban en las esquinas contrarias del ascensor. Ella se miraba al espejo dándole la espalda, mientras él marcaba la séptima planta y se miraba los pies.

En la primera planta, ella se volvió decidida, pero se quedó petrificada, paralizada por sus miedos constantes. Eduardo solamente atinó a mirarla a los ojos.

En la segunda planta, sus cuerpos se acercaron. Ella hundió su cara en el pecho de Eduardo, mientras él la rodeaba con sus brazos y le olía el cuello, deleitándose en un perfume que le resultaba ajeno, pero tan familiar a la vez.

En la tercera, Ana levantó la mirada y se perdió en los ojos de Eduardo. El respondió con un suave suspiro y con un atisbo de rojez en sus mejillas.

Al llegar a la cuarta planta, ella se acercó a besarle. Puso sus labios sobre los de Eduardo y presionó suavemente. Nada más marcar la quinta, el beso se había vuelto profundo, intenso, mientras que las manos quedas habían cobrado vida y ambos se recorrían con ellas como reconociendo territorios nuevos.

En la sexta, Ana volvió a hundir su cara en el pecho de él, respirando profundamente y guardándose también su aroma. Eduardo la cogió de las mejillas de forma dulce, levantando su cara y le volvió a dar un beso suave.

Cuando el ascensor se detuvo, Ana pasó delante de Eduardo rozándole el brazo, mientras él se estremecía como si acabase de recibir un golpe de electricidad. Ella abrió la puerta de su piso, sin mirarle, pero con su aroma retenido en los pulmones, y la cerró. Él, siguió hasta la suya y, nada más entrar, entreabrió los labios para decir: “Ya estoy en casa amor”.

2/Post a Comment/Comments

  1. El otro día me estremeció igual que cuando tus protagonistas llegaron al piso en cuestión. Hoy ha vuelto a pasarme. Aunque tú no sepas capaz de reconocerlo, me pasa con tu literatura...

    Un beso enorme (hasta el próximo abrazote)

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  2. Anónimo21:18

    pasa en el cine, pasa en las novelas, pasa en la vida real.
    Mujy biene escrito, corto preciso pero sigo pensando que siempre el desenlace es TAN OBVIO .
    Mamá

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