A las buenas y a las malas

Acabo de llegar a casa después del concierto de Rosana. Como siempre, efectiva y genial. Magnífica. En un Palacio de Deportes que no estaba a plena capacidad -pese a la iniciativa de invitar a 500 "parados" al evento, se pudo constatar el alma que pone en sus actuaciones y en su inmensa capacidad para llenar de energía a todo un enorme grupo de gente.

Hizo cantar y bailar al público como solamente pocos pueden hacerlo. Es más, nunca había visto una "coreografía" tan grande. Y el hecho de contar con espacio disponible, ayudó. Incluso, hubo ciertos grupos de personas que no pararon de bailar, saltar y moverse por todo el recinto mientras la canaria animaba desde el escenario.

Repasó más de la mitad de los temas de su último disco y retomó algunos de sus clásicos como Bebes de mí, Contigo, Pa' ti no estoy, Si tú no estás, El talismán, Sonríe, Hoy, A fuego lento, Soñaré, Aquel corazón, entre otros. Dos horas de un concierto imparable, lleno de energía y buenas vibraciones.

No puedo ser muy objetivo con ella, pero sinceramente ha sido un momento de disfrutar, cantar y bailar como pocos. Quienes no la han visto actuar en vivo, no saben lo que es. Siempre se dice que un artista verdadero se crece en el escenario, y Rosana supera con holgura cualquier medida. Ella sí sabe lo que es espectáculo, fiesta y hacer disfrutar a sus seguidores como pocos.

(Gracias por el regalo adelantado de cumpleaños querida Amelie).

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  1. Anónimo20:55

    en el caso de Roosana definitivamente no puedes ser imparcial. Que bueno tener esas amigas
    mamá

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  2. ¡Qué bien saber que disfrutaste!
    Estuve pensando en ti toda la tarde-noche y en tu emoción por el concierto. Ya sabes lo que pienso de ella, así que no podemos estar más en desacuerdo sobre su arte, pero me hace feliz saberte feliz.

    Un beso enorme post-findesemana

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