Reflexiones coeducativas

Van saliendo adelante las tareas... el trabajo pendiente se va reduciendo y, poco a poco, recupero el ritmo postvacacional. Budapest ya parece un poco perdido en el recuerdo, aunque no ha pasado una semana desde que volví de viaje.

Por cosas laborales, estos días he estado inmerso en temas de educación y no me queda más remedio que escribir algo breve sobre uno de los temas candentes: la coeducación o las aulas mixtas, en palabras más simples.

Por un lado están los que avalan la presencia de niños y niñas en las salas de clase como reflejo del mundo plural en el que vivimos. Por otro, quienes establecen las ventajas de aulas separadas por género para aprovechar las diferencias biológicas y sacar ventaja de un entorno de confianza, respeto y que tenga en cuenta las particularidades del desarrollo de cada uno.

Sin entrar en discusiones partidistas, que están detrás de todo el asunto, mi tendencia es a pensar que en un mundo plural, lo mejor es la educación de la misma forma. Desde pequeños deberíamos aprender a respetar la diversidad, no sólo de raza, religión o edad, sino también de criterio, de intelecto, de madurez, incluso de género u opción sexual. Deberíamos conocer que, fuera de la burbuja en la que crecemos, hay un mundo diferente, variopinto y complejo. Que no todos tenemos las mismas oportunidades, procedencias, valores y creencias.

Esto no quita que cada familia inculque a sus hijos sus propios fundamentos -que para eso es el núcleo base del tejido social-, los eduque a su manera en las cuestiones que, para cada uno, sean de vital importancia. Pero, la escuela, así como el concepto inicial de universidad, debería optar por la universalidad, por la acogida -principio cristiano donde los haya-, por la aceptación de esas diferencias. Si la sociedad es plural, el entorno educativo también debería serlo, como reflejo del mundo en que vivimos. Es la única forma de conocer al otro, de aprender en conjunto y, sobre todo, de respetarlo.

Va aquí mi reflexión del día (o de la semana, dependiendo del tiempo que tenga).

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  1. Anónimo23:28

    Yes, sino cuesta salir de las burbujas y ver a los demás en su dimensión verdadera de personas valiosas aunque no piensen lo mismo.

    Pero si que se pueda conversar y no discriminar.

    Me acuso

    Mamá

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